Todo tiene su fin

Hoy es uno de estos días en los nada es lo que parece, ves el mundo de otro modo, desde arriba, es mejor no tener visión espacial para no conseguir verlo, porque una vez que lo ves, todo cambia.
A estos días yo los llamo “depresivos”, son aquellos en los que no sabes ni siquiera como te sientes en realidad, ni porque te sientes así. A mi me pasa cuando me tiro todo el día metida en casa, por eso intento salir con mis amigos siempre que puedo o más. Te empiezas a sentir así cuando coges el libro de biología y comienzas a leer la definición de rocas sedimentarias, y de repente empiezas a pensar en tus problemas, y dentro de tus problemas no se encuentran ese tipo de rocas, pero bueno. Les das vueltas y vueltas, mientras intentas pasar las hojas (que no se acaban nunca) y no encuentras solución, aunque en realidad sabes que no esta en tu mano solucionarlas. Así te puedes pasar todo el día, y cuando te das cuenta no has pasado ni la mitad de las hojas que te tenías que estudiar.
Todo el tiempo que no has estudiado estabas pensando, pero, ¿en qué? Si en realidad no has llegado a nada, ya que después de todo no has encontrado respuestas y estás de nuevo en el principio del asunto, hay te das cuenta de que nada tiene sentido, porque siempre que empiezas acabas en el mismo sitio, pero acabas, eso te lleva a la conclusión de que “todo tiene su fin”.
Si de verdad lo piensas todas las cosas tienen fin, por muchas soluciones que pienses, siempre llegará un momento en el que se acaben, aunque bueno también llegará el momento en el que el problema se acabe, pero siempre habrá más problemas, aunque siendo positivos se acabaran. ¿ pero de verdad todo tiene fin? Los problemas, las relaciones, la vida, la muerte, la libertad, el amor . . . .
En estos días lo mejor es intentar no pensar, pero claro, ¿qué es mejor, pensar o estudiar? . . . . . . . . .Y cuando intentas no hacer ninguna de las dos cosas, se te ocurre la genial idea de escuchar música, y si la primera canción que escuchas es esta ya no hace falta ni que pienses solo tienes que escuchar:

“Sentada en esta vida, pensando e intentado averiguar, que eso del destino, que te ha traído a un sitio sin pensar, que lo que necesitas es el cariño, de una madre en su lugar, porque viendo este mundo con esos ojitos, deberías no pensar, no pensar, que hoy ya no puedes más, hoy ya no puedes más, hoy ya no existe un motivo que te haga a ti olvidar, hoy ya no puedes más, hoy ya no puedes más, y es que la gente te cuenta que hay niños que hoy pueden jugar, estarías contenta por toda la vida.
Ni sabes ni imaginas, que en mi tierra no hay que trabajar, cuando eres una niñas, solo tienes que disfrutar, que lo que necesitas son más sonrisas, que te puedan ayudar, a afrontar lo que viene con otra alegría, que te haga no pensar, no pensar . . . . . . . . . . . . . .
Estarías contenta por toda la vida, si pudieras hoy contar que te sientes querida como una niñas, de cualquier otro lugar, de otro lugar, que hoy ya no puedes más . . . . . . . . . . . . . . . . ”

En ese momento te das cuenta de que aunque a tu alrededor haya mucha gente, estas solo, porque siempre existe un lugar, un momento, un segundo en el que todas esas personas se acaban y te encuentras solo, pero después de ese segundo, se acaba la canción, y con ella la soledad. Cuando ya no te sientes único en el mundo se acaba la depresión, es decir, tu día depresivo, pero como siempre escuchas música antes de irte a la cama, se acaba todo a la vez, y piensas ¿y por qué no habré escuchado música esta mañana?. Pero después de todo, nada importa, porque este horrible día que se volverá a repetir al mes siguiente, ya ha acabado, lo único que siento es que las hojas de biología aun no se han acabado . . . . tengo la esperanza de que algún se me pierda el libro, porque creo, que el libro de biología, es lo único que no se acaba en este mundo.